viernes, 21 de agosto de 2009

Reflexión sobre el Evangelio del domingo 23/08/09

Estimados amigos y amigas: comparto el comentario de nuestro amigo Fray Miguel Angel Ríos o.p, sobre el evangelio de Juan 6,60-69.

¿USTEDES TAMBIÉN QUIEREN IRSE?.
¿Ustedes también quieren irse?; ¿qué responderíamos hoy, si Jesús nos hiciera una pregunta como esta?; algunos tal vez dirían:“¡Sí, quiero irme!, ¡me voy!, mi corazón tiene otros horizontes, no aguanto más soledad, cansancio, escándalos, frustración”; “no aguanto más una Iglesia mediocre, burócrata, anclada en el poder clerical, donde la participación laical cuenta como cifra y su protagonismo se condiciona muchas veces a la última palabra de la jerarquía”...
Hoy, en la voz de bastantes laicos, resuena la voz del Señor, recordándonos la exigencia de saber ser como Iglesia comunitarios y misioneros. Es la misma voz del Señor que en su tiempo interpeló a quienes entre sus discípulos querían anquilosarse en los ídolos de este mundo, con la excusa de que el Señor era demasiado exigente (Jn.6,60-69); esto hizo que algunos de los seguidores del Señor se fueran. Lo mismo pasó en las primeras comunidades de la Iglesia formadas por los apóstoles, cuando en contradicción con las exigencias del amor cristiano, se daban entre ellos los defectos que puede tener cualquier grupo humano. Para muchos en esas circunstancias la solución fue irse. Partir, separarse, claudicar; es la reacción espontánea al enfrentamos a nuestra fragilidad humana. Es esa parte nuestra insegura y con afanes de grandeza, que quiere ansiosamente tenerlo todo resuelto y claro lo más pronto posible; si eso no se da, viene la frustración de expectativas y el desánimo.
Aprovechando la ocasión de los discípulos que se fueron del grupo de sus seguidores, Jesús planteó una pregunta directa a quienes se quedaron con él: “¿Ustedes también quieren irse?”. Dicho en otras palabras, ¿A qué y a quién quieren ser fieles en su vida?. Esta misma es la pregunta que Jesús nos hace hoy. Es humano perder la esperanza. Donde hay seres humanos, hay siempre motivos para escándalos, desencuentros, ambigüedades, divisiones, ambiciones, pequeñeces, y frente a eso, muchos querrán claudicar. Pero el amor según el ejemplo de Cristo, solo se fortalece si en esas circunstancias nos ayudamos en solidaridad y paciencia.
“¿A quien vamos a ir?, Tú solo tienes Palabras de vida eterna”: Estas palabras de Pedro a Jesús, respondiendo su pregunta, reflejan la convicción de que la vida adquiere sentido pleno solo en fidelidad a Jesús y a la Iglesia. El amor conduce y anima nuestra vida, renovándonos cada día en la opción por el Señor y por las personas a quienes amamos. El desafío es hacerlo en forma profética, criticando con esperanza y amor las estructuras de poder burócrata y dando pasos comunitarios concretos, con paciencia y amor, propiciando la participación de todos. Sin duda que esta realidad nos interpela a quienes formamos parte de la jerarquía de la Iglesia, para ser humildes, acogedores y animadores de las esperanzas e iniciativas laicales suscitadas por el Señor.
Fr. Miguel Angel Ríos op.

jueves, 20 de agosto de 2009

El desafío da la nueva evangelización: sacerdotes bien formados.

Estimados amigos y amigas: comparto una información que me pareció importante: dice relación a los desafíos de la nueva evangelización cuya exigencia es: sacerdotes bien formados. Asegura el Papa Benedicto XVI.
La invitación es a rezar por todos los sacerdotes.
Así lo constató este miércoles 19 de agosto durante la intervención que pronunció durante la audiencia general, celebrada en la residencia pontificia de Castel Gandolfo, dedicada a recordar la figura de san Juan Eudes (1601-1680).

Benedicto XVI reconoce que la formación permanente de los sacerdotes constituye un punto decisivo para que la "nueva evangelización no se quede simplemente en un eslogan atractivo".Así lo constató este miércoles 19 de agosto durante la intervención que pronunció durante la audiencia general, celebrada en la residencia pontificia de Castel Gandolfo, dedicada a recordar la figura de san Juan Eudes (1601-1680), cuya memoria litúrgica celebraba ese día la Iglesia, y la formación del clero.Este santo francés, como recordó el Papa, comprendió que para descubrir el amor del Corazón de Jesús es decisiva la formación profunda y continua de los sacerdotes, motivo por el cual fundó la congregación de Jesús y María, actualmente extendidos por Francia, Italia, América del Norte, América Latina, el Caribe y África."También hoy se experimenta la necesidad de que los sacerdotes testimonien la infinita misericordia de Dios con una vida totalmente 'conquistada' por Cristo, y aprendan esto desde los años de su formación en los seminarios", reconoció el Papa en pleno Año Sacerdotal.
En este sentido, recordó que Juan Pablo II, después del Sínodo de 1990, emanó la exhortación apostólica Pastores dabo vobis, en la que presenta la importancia de la formación de los seminaristas y sacerdotes."Es un verdadero punto de partida para una auténtica reforma de la vida y del apostolado de los sacerdotes, y es también el punto central para que la 'nueva evangelización' no se quede en un eslogan atractivo, sino que se traduzca en realidad", añadió Benedicto XVI. En este sentido, el obispo de Roma consideró que tienen un papel decisivo los años de formación que los futuros sacerdotes viven en el seminario, en los que deben "aprender a Cristo", "dejándose configurar progresivamente por Él, único Sumo Sacerdote y Buen Pastor". "El tiempo del seminario debe ser visto, por tanto, como la actualización del momento en el que el Señor Jesús, después de haber llamado a los apóstoles y antes de enviarles a predicar, les pide que se queden con Él", aseguró. El sucesor del apóstol Pedro invitó a rezar en este año "por los sacerdotes y por quienes se preparan a recibir el don extraordinario del sacerdocio ministerial". Como consejo, a los peregrinos presentes, les dejó este pensamiento de san Juan Eudes: "Entregaros a Jesús para entrar en la inmensidad de su gran Corazón, que contiene el Corazón de su santa Madre y de todos los santos, y para perderos en este abismo de amor, de caridad, de misericordia, de humildad, de pureza, de paciencia, de sumisión y de santidad".
Fuente: Zenit Santiago, 20/08/2009

domingo, 16 de agosto de 2009

Cientos de personas peregrinan al Santuario de la Virgen del Tránsito en Metrenco




Bajo intensa lluvia, cientos de fieles peregrinaron a la localidad de Metrenco, ubicada a 10 kilómetros al sur de Temuco, para participar en el Santuario allí emplazad de la festividad religiosa en honor a la Virgen.
Muy temprano cientos de personas, varias de ellas en grupos familiares, iniciaron las caminatas tanto desde el norte como desde el sur y sectores aledaños, para estar presentes en las misas que se programaron cada una hora en el Santuario a la Virgen del Tránsito.
Usando las calles de servicio y siempre bajo escolta de Carabineros, los fieles arribaron paulatinamente al sector, donde animadores preparaban el inicio de las misas.
El obispo de la Diócesis de Villarrica, monseñor Francisco Javier Stegmeier, quien por primera vez preside esta celebración, destacó la alegría y cariño de los fieles que, pese a la inestable condición climática, llegaron al Santuario.


El diario austral tambien publico una nota pincha aqui

viernes, 14 de agosto de 2009

Día de la Asunción de la Virgen

Queridos amigos y amigas: el 15 de agosto celebramos el día de la Asunción de la Virgen. En el Santuario de Metrenco esperaremos a muchos peregrinos que vienen a solicitar a la Virgen su intercesión ante Jesús para pedir por cada una de las necesidades, orar-dialogar, dar gracias...
Celebramos este día como pueblo de Dios pidiendo especialmente por la paz para nuestra región de la Araucanía.

Algo de historia:
Esta fiesta se enmarca en el dogma Mariano: María asunta en cuerpo y alma al cielo. Según este dogma, la Virgen Inmaculada, Madre de Dios, terminado el período de su vida terrestre fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial.
El Papa Pío XII definió este dogma en el año 1950, en la Bula Munificentissimus Deus. No queda definido si la Virgen murió o no. Sólo que su cuerpo no quedó sometido a la corrupción del sepulcro, y que ha sido ya glorificado.
La profecía contenida en el relato del génesis 3,15 insinúa esta verdad al anunciar la victoria de la mujer y de su Hijo sobre el pecado y sobre la muerte. Lo mismo parece desprenderse del capítulo 12 del Apocalípsis.
Por su parte el Vaticano II ha mencionado: "La Madre de Jesús, ya glorificada en los cielos en cuerpo y alma, es la imagen y principio de la Iglesia que ha de ser consumada" LG 68.
En síntesis, podemos comprender que los cuatro dogmas Marianos se encuentran referidos esencialmente a la cristología, portando significados teológicos para la eclesiología.
Así, queridos amigos y amigas la invitación es a mirar en conjunto los dogmas Marianos y especialmente esta fiesta, para valorar el amor sobreabundante del Padre que se extiende en María, como su madre en vistas al Hijo, como don y promesa para nuestra humanidad entera.

Eva Reyes.






viernes, 7 de agosto de 2009

Evangelio del Domingo

Estimados amigos y amigas: les comparto una hermosa reflexión sobre el evangelio de este domingo 9 de agosto.

CRISTO, NUESTRO PAN DE CADA DÍA.

Uno suele escuchar a veces, la opinión de quienes se cuestionan el por qué la Iglesia manda ir a misa todos los días Domingo. Es verdad que no tiene sentido celebrar por obligación la Eucaristía, el sacramento de nuestra fe, porque la fe no se tiene por decreto, sino que, siendo un don divino, es a la vez opción libre y voluntaria por vivir abierto a la acción de Dios. El mensaje del evangelio de hoy (Jn. 6,41-51) puede iluminar positivamente nuestro sentido crítico. No se trata de obedecer una orden, sino de descubrir en la celebración dominical, el sentido de la presencia de Cristo como alimento para nuestra vida. Igual como es necesario alimentarnos para cuidar la salud de nuestro cuerpo, así también es necesario alimentar la salud de nuestro espíritu. Igual como el pan alimenta nuestro cuerpo, así Cristo con su presencia, y su Palabra alimenta nuestra mente y nuestro corazón; por eso el evangelio lo presenta como “el pan de vida” o el “pan para la vida del mundo”. Es decir, Jesús puede nutrir las convicciones, criterios y valores que animan toda nuestra existencia, dándole sentido a la vida diaria de todos los que a nivel personal, familiar y social acogen su propuesta, la propuesta de una prosperidad integral de vida.

Aunque a más de alguien estos argumentos no lo convenzan respecto a la misa dominical, no podemos desconocer que el mundo de hoy está desnutrido y con signos de inanición, en lo que respecta al sentido de nuestra vida y convivencia no solo como hijos de Dios, sino como seres humanos. Necesitamos alimentar nuestro diario vivir en varias áreas, pero tal vez la más urgente en este momento sea aquella que concierne el manejo de los conflictos. No los manejamos bien. Tenemos la tendencia a destruir la vida recurriendo a la violencia en todos sus tonos, desde una simple agresión verbal, hasta la guerra que es signo de muerte a todo nivel. En este sentido, resulta de gran actualidad la práctica del Señor, en torno al diálogo y al perdón como camino no violento para solucionar los conflictos, de modo que salvemos la vida y la posibilidad de tratarnos con respeto y amor, aún sintiéndonos adversarios o enemigos, porque por sobre las coyunturas que nos enemistan, todos somos iguales, seres humanos y hermanos. Hoy por hoy, el pan para la vida que el mundo necesita con urgencia es el pan de la paz y la sana convivencia.

Fr. Miguel Angel Ríos op.

viernes, 24 de julio de 2009

Evangelio del domingo 26/07/09

Estimados amigos y amigas les hago llegar el Evangelio comentado de este domingo 26/07/09 por nuestro amigo Fray Miguel Angel Ríos. En esta oportunidad reflexionaremos en torno a un hermoso pasaje:

LA MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES.
En el contexto del capítulo 6 del evangelio de Juan, el pasaje evangélico de hoy (Jn.6,1-15)nos presenta el episodio de la multiplicación de los panes, mostrándonos en forma concreta, un ejemplo de lo que Pedro dice al reconocer a Jesús como aquel que tiene Palabras de vida eterna y como “el Consagrado de Dios”(Jn.vv.68-69). En efecto, la multiplicación de los panes, nos invita a descubrir a Jesús como alguien que es mucho más que un simple realizador de acciones en el ámbito material, por más que estas acciones sean espectaculares y solucionen problemas prácticos en forma rápida.
La tendencia de la gente a quedarse sólo en lo superficial y espectacular, está representada por la actitud de querer aclamar a Jesús como rey, al verlo multiplicar los panes, desvirtuando así el acontecimiento, hasta convertirlo en un hecho de carácter únicamente político. Jesús rechaza esto, y se retira solo al monte, en búsqueda de un momento de intimidad con Dios Padre.
Para Jesús, la acción de multiplicar los panes, es un gesto de carácter profético, porque, en ese momento, al proporcionar a la gente los bienes materiales necesarios para alimentarse, los trata dignamente y les hace descubrir que él también provee los bienes espirituales que alimentan la vida integralmente; los bienes que dan la Salvación a todos los seres humanos. El evangelista Juan recalca así, no la compasión de Jesús, acentuada por los evangelios de Marcos y Mateo, sino el hecho de que Jesús es el Señor de la vida, aquel que da la vida; el Salvador de todo el género humano.
La mención a la cercanía de la fiesta de la Pascua judía y la descripción del momento en que Jesús parte el pan, da gracias y lo reparte a los que estaban sentados, nos lleva a recordar momentos fundamentales de la celebración de la Eucaristía, recalcando el hecho de que es Jesús el que sirve, el que se entrega y alimenta nuestra vida con su vida y su presencia entre nosotros. Él es el pan de vida(vv.26-65).
Igual como la gente en su época, buscó a Jesús para solucionar sus problemas de forma rápida y práctica, hoy también a nosotros en ocasiones, nos acecha la misma tentación. El evangelio de hoy quiere orientarnos a descubrir a Jesús, como alguien que es más que un simple realizador de milagros. Jesús es nuestro Salvador. Es quien alimenta el sentido de nuestra vida. Es el Señor de la vida, es el camino para que nosotros unidos a Él, lleguemos a esa comunión íntima con Dios, sin enajenarnos de nuestro diario vivir, en donde estamos llamados a seguir su ejemplo como servidores.
El episodio de la multiplicación de los panes con todos sus detalles, nos remite a la celebración de la Eucaristía, para decirnos que la misa dominical y la de cada día, ha ser el símbolo de la dimensión festiva y servicial de nuestra vida, que se realiza cuando diariamente somos hombres y mujeres de fe, solidarios, servidores, desprendidos, capaces de compartir, reconociendo en medio del mundo los signos de la presencia del Señor, que nos enseña y nos regala sus dones, porque es Él quien primero nos alimenta y nos sirve a todos como hermanos.
Fr. Miguel Angel Ríos op.






domingo, 19 de julio de 2009

En clave de humanidad...

Estimados amigos y amigas les hago llegar una interesante reflexión en torno a la nueva encíclica del Papa Benedicto XVI y el lugar que ocupamos en ella hombres y mujeres, "en clave de humanidad".

El pasado 7 de julio fue dada a conocer la muy esperada encíclica social de Benedicto XVI, publicada cuarenta y dos años después de la Populorum Progressio(1967) y dieciocho después de la última encíclica social de Juan Pablo II, Centessimus Annus (1991). La Caritas in Veritate lleva fecha del 29 de junio de 2009. Era, pues, hora de un nuevo pronunciamiento del Magisterio en temas sociales y más aún en medio de la situación de incertidumbre generada por la actual crisis económica.

Leyendo la encíclica desde nuestra "Sección Mujer" varias reflexiones vienen a la mente. No encontramos parágrafos ni ideas referidas directamente a la mujer; la palabra mujer (mujeres) aparece seis veces en una encíclica de 31.278 palabras. De estas seis veces, cinco aparece haciendo parte de la frase "hombre y mujer", "hombres y mujeres". La palabra femenino no aparece, ni tampoco la palabra feminista. Sin embargo, en contraste, el término familia aparece 32 veces, una de ellas como título del quinto capítulo: "La colaboración de la familia humana". ¿Qué puede decirnos esta simple constatación numérica?

La Caritas in Veritate es una encíclica riquísima. Sus propuestas sociales se basan en una profunda visión antropológica que es patrimonio de la Iglesia, experta en humanidad. No teme proponer al mundo de la economía y la política ciertas "verdades de humanidad" que el Santo Padre ve necesarias para construir una sociedad más justa, en la caridad; una sociedad más "a la medida del hombre, de su dignidad y vocación" (Benedicto XVI, Carta Encíclica Caritas in Veritate, 9) y no duda en afirmar que éste y no otro es el camino para un verdadero desarrollo.

No cabe duda de que esta visión "a la medida del hombre" es una visión que encontrará eco en las mentes y los corazones de las mujeres, por esa conciencia particular de que "Dios le confía de un modo especial el hombre" (Juan Pablo II, Carta apostólica Mulieris Dignitatem sobre la dignidad y la vocación de la mujer con ocasión del año mariano, 30). La llamada del Santo Padre es la llamada a entender nuestro compromiso y acción social en "clave de humanidad". Es una llamada que resuena fuerte en las mujeres, que conocemos nuestra particular vocación a crear un espíritu de familia allí donde nos encontremos.

Leyendo la encíclica parecería estar escuchando ecos de las palabras que el Santo Padre dirigió en su encuentro con los movimientos católicos para la promoción de la mujer en Luanda, en marzo. Allí dijo: "En un mundo como el actual, dominado por la técnica, se siente la exigencia de esta complementariedad de la mujer, para que el ser humano pueda vivir sin deshumanizarse del todo". El modelo de desarrollo que la encíclica plantea, centrado en el ser humano y construido para él, parece hacer sentir más fuerte aún la exigencia de una colaboración de hombres y mujeres en relación de complementariedad.

En otro aparte de este mismo discurso africano, el Santo Padre dijo "las mujeres, sobre la base de su igual dignidad con los hombres, "tienen pleno derecho a insertarse activamente en todos los ámbitos públicos y su derecho debe ser afirmado y protegido incluso por medio de instrumentos legales donde se considere necesario [...]» pero a la vez «la presencia materna dentro de la familia es tan importante para la estabilidad y el desarrollo de esta célula fundamental de la sociedad, que debería ser reconocida, alabada y apoyada de todos los modos posibles" (Benedicto XVI, Discurso en el encuentro con los movimientos católicos para la promoción de la mujer, Luanda, 22 de marzo de 2009). Algún comentador notaba el hecho de que, al hablar del mundo del trabajo (n.63), la Encíclica parece asumir como un hecho la presencia de la mujer en este mundo y no ofrece ninguna reflexión crítica al respecto. La presencia de la mujer parece ser aceptada como parte de la realidad del mundo contemporáneo. Y es que es verdad que las mujeres estamos ya en el mundo, participando plenamente de él, dando nuestra contribución en la sociedad. Esta nueva Encíclica es ocasión de cuestionamiento: es hora de profundizar en nuestra identidad y de preguntarnos si al estar ahí presentes estamos siendo, en todo, fieles al "genio femenino", al "carisma profético" (MD, 30, 31). de nuestra feminidad. Si estamos dando todo lo mejor de nosotras mismas. Si estamos contribuyendo, cada una en la medida de sus posibilidades, a que el mundo sea una gran familia.

La Iglesia llama a todos - hombres y mujeres - en esta hora inquietante de la historia a dar nuestra contribución particular, a trabajar por un desarrollo integral que incluya una visión trascendente de la persona, un desarrollo que suponga la libertad responsable de la persona; a crear "un ambiente de familia" atento a la persona humana; a insertar las categorías de confianza y solidaridad en el mercado para que éste cumpla mejor su función económica; a recordar que toda decisión económica tiene un peso moral; a crear un modelo de economía de mercado capaz de incluir a todos los pueblos; a abrirnos a formas de actividad económica caracterizadas por ciertos márgenes de gratuidad y comunión; a cuidar de la vida y protegerla; a ayudar a implementar una "apertura a la vida en modo moralmente responsable"; a ayudar a ver en esta apertura un "recurso social y económico". Nos llama también a testimoniar a las jóvenes generaciones la belleza del matrimonio y la familia; a establecer políticas que promuevan la centralidad y la integridad de la familia; a ayudar a enriquecer las posibilidades de la humanidad con la mayor disponibilidad para la intercomunicación...

En uno de sus pasajes más profundos e interesantes, la Encíclica denuncia un lamentable vacío de ideas (n.53) e invita a profundizar en la categoría de la relación como clave para el futuro de la humanidad. Una humanidad que aparece mucho más interconectada que antes, pero en la que, paradójicamente, la soledad es una de las formas más hondas de pobreza que el hombre experimenta. El Santo Padre nos invita a profundizar en la comprensión de la relación entre las personas y la centralidad que tiene este tema para entender quien es el hombre y cómo debe constituirse una sociedad que vele por él y lo proteja.

La Encíclica pues llama a todos, hombres y mujeres, a re-pensar nuestra acción y compromiso en el mundo. La visión del desarrollo que nos propone, basada en una caridad informada por la verdad, tiene como centro al hombre. El llamado de esta Encíclica resuena fuerte y espera mentes y corazones dispuestos a acogerlo e implementarlo. Las mujeres nos sentiremos especialmente impulsadas a responder a este llamado desde nuestra particular vocación a la maternidad, física y espiritual, desde nuestras particulares características y sensibilidad.

Fuente: CIUDAD DEL VATICANO, sábado, 18 de julio de (ZENIT.org).- Publicamos el artículo que ha escrito sobre la encíclica "Caritas in veritate" Ana Cristina Villa Betancourt, miembro de la Fraternidad Mariana de la Reconciliación, quien trabaja en la Oficina para la Mujer del Consejo Pontificio para los Laicos.

viernes, 17 de julio de 2009

Decálogo para pensar el compromiso de la Iglesia ante la crisis


José Ignacio Calleja

1. En el comienzo está la memoria de la denuncia, "no podéis servir a Dios al dinero", y el recuerdo de que cuando se comparte, "pudieron comer todos hasta quedar satisfechos".

2. Y la memoria se hace interpelación personal con la voz y la presencia de los que no hallan un modo digno de vida para ellos y sus hijos, provocándonos el "no hay derecho", esto "ofende al mismo Dios".

3. Y desde la indignación ética nos vemos reclamados al conocimiento crítico de la realidad, para comprenderla en sus relaciones materiales y morales más determinantes, "porque si un ciego guía a otro ciego…".

4. Y el conocimiento crítico de la realidad nos recuerda que aún hay un mundo más allá del nuestro, donde las pobrezas y la exclusión degeneran, más si cabe, en pecado estructural de inhumanidad que, por acción u omisión, compartimos.

5. Y el sentido crítico nos hace advertir que ninguna relación material de injusticia viene sola, sino que se subsume en el fracaso de unos valores. Introducir esta diferencia, ilumina el análisis; olvidar su relación sustantiva e inseparable, nos avoca a un idealismo moral tan estéril como manipulable.

6. Y en el diálogo de la Palabra, el análisis social y la conciencia moral, surge un compromiso efectivo de la fe de los cristianos y de la Iglesia toda, primero, como exigencia pública de justicia. Es la denuncia de las estructuras y comportamientos sociales que no pueden ser, "porque no se puede dar en caridad lo que se debe en justicia".

7. Y porque la justicia imprescindible no llega, y la correlación de fuerzas que la debería impulsar es tan desigual, y ante la urgencia de tantos y tantos casos de necesidad inaplazable en la crisis, la caridad se vuelca en ayudas particulares, y en proyectos y programas, que alivien a los más necesitados y débiles. Siempre será necesaria la caridad social; lo peculiar de nuestros días es la extensión que adquiere la injusta suplencia de la justicia por la caridad. Por eso es imprescindible el análisis crítico de la realidad, y la denuncia de la injusticia social originaria en cada supuesto de la caridad personal y, sobre todo, eclesial. Pueden darse casos de llamada a la desobediencia civil de "los pobres" ante los injustos efectos de algunas leyes o situaciones.

8. Y porque la caridad tiene su valor religioso y moral propios, la comunidad cristiana se vuelca en sus Cáritas con programas, proyectos y ayudas precisas, que palian las urgencias de los más pobres, implican a sus destinatarios como sujetos y se proponen su inclusión en la vida laboral y social.

9. Y la Comunidad se vuelca en sus Cáritas, (¡también es exigente con ellas, como obra propia y de todos que son!), desde los Presupuestos de Roma, de las Diócesis y de las comunidades cristianas particulares, desde todas las organizaciones de la Iglesia y desde los cristianos particulares, encomendando la coordinación del conjunto de las iniciativas a Cáritas, como servicio de todos a los más pobres, dentro y fuera de la comunidad. Esto no significa que no pueda haber otras iniciativas en la Iglesia o que no puedan coordinarse con el movimiento civil laico en lucha por la una sociedad más justa. Los pobres llegan al centro de la Iglesia y la reconfiguran en todas las manifestaciones de su misión y organización; éste es el sueño y la intención.

10. Y la acción caritativa, que es moral y espiritual, personal y asociada, de cada uno y de la Iglesia toda, y que es ayuda, programa y proyecto, y que es denuncia, siempre, y acción, y que es donativo y promoción de personas y contextos, es, a la vez, educación y evangelización de las conciencias; en el compartir hoy y ya, "porque si se comparte, llega y sobra". Y en la sobriedad de otro modo de vida, porque para sobrevivir todos, hay que vivir de otro modo, y para que llegue a todos, eso de lo que nos privamos, hay que ponerlo en común: "en caso de extrema necesidad, todos los bienes creados son comunes" y "lo que no es estrictamente necesario para una vida digna, no nos pertenece; es de los pobres".

[Publicado en Eclesalia]

Evangelio domingo 19/07/2009

Estimados amigos y amigas: el evangelio de este domingo de Mc 6,30-34 nos invita a subrayar las actitudes de Jesús: ..."vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues eran como ovejas que no tienen pastor..."
Profundicemos la lectura a partir del comentario que nos hace llegar nuestro amigo biblista Fray Miguel Angel Ríos. o.p
“…SE PUSO A ENSEÑARLES MUCHAS COSAS.”
Nadie niega hoy, lo importante que es la educación a todo nivel; igualmente, todos sabemos que hay serias falencias en lo relativo a la formación de la conciencia vocacional y ética, lo cual produce personas jóvenes o adultos jóvenes, que funcionan bien en su profesión, pero sin una madurez valórica, que le de un sentido más profundo a sus vidas. Tenemos ejemplos de personas desorientadas, con interrogantes que no se satisfacen ni en la eficiencia, ni la productividad. En estas circunstancias nos hace bien escuchar a Jesús, porque igual como enseñó a la gente de su tiempo, que “andaban como ovejas sin pastor”, así también, tiene mucho que enseñarnos a nosotros, respecto al sentido de nuestra vida.
El mensaje del evangelio de hoy (Mc.6,30-34), nos dice que la Palabra del Señor reúne y lleva a un grupo desorientado y descoordinado, a organizarse como comunidad o pueblo; por eso el Señor conmovido por la compasión, lo primero que hace ante quien esté “como oveja sin pastor”, es orientarlo “enseñándole muchas cosas” mediante su Palabra.
El episodio tiene también otros detalles significativos, como el hecho que después de volver de una actividad misionera, Jesús invita a los doce discípulos a descansar, pero la gente no los deja tranquilos y al darse cuenta a dónde van, los adelantan corriendo, de modo que cuando Jesús y sus discípulos llegan, la gente ya está allí esperándolos. El alcance de esta circunstancia nos dice lo que implica ser discípulo de Jesús; en efecto, seguir a Jesús significa estar dispuesto como él, a servir y estar con la gente, prácticamente a tiempo completo, incluso cuando se necesita descansar. Es un duro desafío para nuestros compromisos de amor al servicio de Dios y de la gente, sobre todo cuando hasta los discípulos de Jesús necesitaron del descanso y de momentos en los que compartían con él y evaluaban su actividad misionera, tal como se muestra al principio del relato.
En circunstancias en que nos preparamos a la Misión Continental, este episodio nos dice que el misionero es un discípulo y apóstol, es decir, alguien llamado y enviado por el Señor; por lo tanto debe estar en profunda comunión con él, escuchar su Palabra, estar con la gente sin negarse a responder a sus necesidades, siendo la primera prioridad la del servicio de la Palabra, motivado por un amor compasivo. A través del misionero, la Palabra de Dios revelada en Jesucristo es la que orienta la vida, reuniendo y convocando a la gente y constituyéndola en familia, comunidad e Iglesia. Puestos a la escucha de la enseñanza de Jesús, todos estamos llamados a ser misioneros de su Palabra.

Fr. Miguel Angel Ríos op.

sábado, 11 de julio de 2009

Evangelio del Domingo

Estimados y estimadas amigos y amigas, este domingo 12 de julio el evangelio de Mc 6,7-13 nos invita a reflexionar sobre la misión de los doce apóstoles. Este es un aporte de Fray Miguel Angel Ríos o.p.

DOCE MISIONEROS.

El Evangelio de hoy, nos presenta a Jesús enviando a sus doce discípulos, con la misión de anunciar la fuerza transformadora del Reino, por medio de la predicación de la Palabra de Dios, y mediante acciones liberadoras en favor de las personas oprimidas por cualquier tipo de mal (Mc. 6,7-13). Para que la misión resulte, es necesario que el misionero se apoye por una parte, en el absoluto que es Dios, en relación al cual los bienes materiales y las seguridades humanas son relativas; de allí el consejo de llevar sólo los bienes materiales necesarios. Lo único absoluto es Dios y el mensaje del Reino de Dios, revelado plenamente en su Hijo Jesucristo. El otro pilar necesario para que la misión resulte, es la calidez en el contacto con la gente, a la cual el misionero tiene que anunciarle el mensaje; por eso el consejo de llegar a una casa y dejarse acoger permaneciendo allí el tiempo que sea necesario, en función de la actividad misionera.

La austeridad de los doce apóstoles enviados en misión, así como su humildad y libertad, para quedarse donde los acojan y saber partir de los lugares en los que no los reciban, forman parte de la dimensión testimonial de confianza y abandono a la providencia divina, que todo misionero debe asumir, a la luz del proyecto de vida que Jesús propone a sus discípulos en las Bienaventuranzas, a saber: que el discípulo que se compromete a anunciar el Reino trabajando por el amor, la misericordia la justicia y la paz, recibe por parte de Dios el compromiso de ser ayudado y socorrido en sus dificultades, conflictos, peligros y dolores, de modo que no sólo sea feliz por la fecundidad de su vida entregada en servicio a los demás, sino también por experimentar el apoyo y la protección de Dios, que lo ayuda y socorre incondicionalmente en toda circunstancia adversa.

Hoy día, cuando la sensibilidad y el compromiso social, están un tanto adormecidos en algunos sectores de nuestra sociedad, el ejemplo de la actividad solidaria y liberadora de Jesús y sus discípulos, es un referente válido para todos nosotros, como estilo de vida, basado en la actitud de entregar nuestra vida y compartir nuestros bienes, antes que consumir en aprovechamiento individualista la vida de las demás personas y las cosas.

El evangelio de hoy nos llama a sumarnos al equipo misionero de Jesús. Si el Señor nos envía y acogemos su llamado, todos podemos ser misioneros en nuestros trabajos, en nuestros compromisos sociales, en nuestras comunidades y en nuestras familias, a través del camino del amor solidario, en especial con quienes más sufren.

Particularmente, para quienes somos cristianos, el ejemplo de Jesús y sus discípulos, nos iluminan en momentos en el que la Iglesia se prepara a realizar la Misión Continental. Ser misionero significa confiar en la providencia Divina, creer en Cristo Resucitado y anunciarlo con palabras y con obras, como felicidad y plenitud de nuestra vida.

Fr. Miguel Angel Ríos op.

lunes, 6 de julio de 2009

Reflexión Evangelio del domingo

Estimados/as amigos/as comparto una reflexión de Fray Miguel Angel Ríos a partir de la lectura del Evangelio de este DOMINGO 05.07.2009.

“NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA”.
“A un profeta sólo lo desprecian en su tierra, en su parentela y en su familia” , es la frase pronunciada por Jesús frente a la actitud de los habitantes de su pueblo, que al reconocerlo como el hijo de José, en la sencillez del diario vivir como cualquier persona, no supieron abrirse a la novedad del Reino, presente entre ellos a través de las palabras y acciones del hijo del carpintero (Mc.6,1-6). En Nazaret, la gente se admiraba de la sabiduría de Jesús, pero no lo aceptaban por su origen familiar y popular. No podían creer que Dios se manifestara en lo humilde y en lo cotidiano. Por encima del rechazo de sus coterráneos, Jesús manifiesta una dimensión profética y una espiritualidad que se identifica con la justicia en favor de los más pobres, y en el anuncio del juicio de Dios.
Es algo parecido a lo que expresamos nosotros en el dicho popular “Nadie es profeta en su tierra”. En el caso de Jesús, no podían entender que un hijo de carpintero pudiera proyectarse más allá de lo que era su padre, en cuanto a sabiduría y profundidad de vida. El texto precisa que en este caso, el cuestionamiento sobre la persona de Jesús se transformó en un obstáculo para la fe de la multitud que lo escuchaba; sin embargo, un cuestionamiento de este tipo, hecho con un criterio abierto, es también la actitud necesaria para plantearse de manera más profunda ¿quién es Jesús? y empezar a conocerlo verdaderamente.
Jesús nos llama a reconocerlo actuando y enseñándonos en la experiencia habitual de nuestra vida diaria; pero esto requiere por parte nuestra, despojarnos de ideas preconcebidas de poder y triunfalismo en relación con la identidad de Jesucristo como Hijo de Dios y Mesías, para abrirnos a la realidad salvadora de su presencia entre nosotros, que se nos revela en los acontecimientos cotidianos y se nos da a conocer en actitudes como la sencillez, la humildad, el servicio y la solidaridad. Son estas actitudes las que nos pueden permitir crecer y desarrollar nuestra capacidad de fe, de modo que todo cuestionamiento frente a la presencia del Señor en nuestra vida, se convierta no en un obstáculo para que él actúe en nosotros, sino por el contrario, sea el estímulo para abrirnos profundamente a su acción liberadora y profética.

Fr. Miguel Angel Ríos op.

martes, 30 de junio de 2009

Felicidades

Estimados Amigos y amigas:
Deseo compartir una bonita oración pensando en el día de ayer... San Pedro y San Pablo, especialmente por todos los Sacerdotes y particularmente por el P. Fernando Díaz svd, quién cumplió 20 años de entrega y servicio.

PRECES POR LOS SACERDOTES:
A nuestro Santísimo Padre el Papa, dale Señor tu corazón de Buen Pastor.
A los sucesores de los Apóstoles, dales Señor, solicitud paternal por sus sacerdotes.
A los Obispos puestos por el Espíritu Santo, compromételos con sus ovejas, Señor.
A los párrocos, enséñales a servir y a no desear ser servidos, Señor.
A los confesores y directores espirituales, hazlos Señor, instrumentos dóciles de tu Espíritu.
A los que anuncian tu palabra, que comuniquen espíritu y vida, Señor.
A los asistentes de apostolado seglar, que lo impulsen con su testimonio,Señor.
A los que trabajan por la juventud, que la comprometan contigo, Señor.
A los que trabajan entre los pobres, haz que te vean y te sirvan en ellos,Señor.
A los que atienden a los enfermos, que les enseñen el valor delsufrimiento, Señor.
A los sacerdotes pobres,Socórrelos, Señor. A los sacerdotes enfermos, sánalos, Señor.
A los sacerdotes ancianos, dales alegre esperanza, Señor.
A los tristes y afligidos, consuélalos, Señor. A los sacerdotes turbados, dales tu paz, Señor.
A los que están en crisis, muéstrales tu camino, Señor.
A los calumniados y perseguidos, defiende su causa, Señor.
A los sacerdotes tibios, inflámalos, Señor.
A los desalentados, reanímalos, Señor.
A los que aspiran al sacerdocio,dales la perseverancia, Señor.
A todos los sacerdotes, dales fidelidad a Ti y a tu Iglesia, Señor.
A todos los sacerdotes, dales obediencia y amor al Papa, Señor.
A todos los sacerdotes,que vivan en comunión con su Obispo,Señor.
Que todos los sacerdotes, sean uno como Tú y el Padre, Señor.
Que todos los sacerdotes promuevan la justicia con que Tú eres justo.
Que todos los sacerdotes colaboren en la unidad del presbiterio, Señor.
Que todos los sacerdotes, llenos de Ti, vivan con alegría en el celibato, Señor.
A todos los sacerdotes,dales la plenitud de tu Espíritu y transfórmalos en Ti, Señor.
De manera especial te ruego por aquellos sacerdotes por quienes he recibido tus gracias; el sacerdote que me bautizó, los que han absuelto mis pecados reconciliándome contigo y con tu Iglesia, aquellos en cuyas Misas he participado y que me han dado tu cuerpo en alimento, los que me han transmitido tu palabra y conducido hacia Ti.

viernes, 26 de junio de 2009

Evangelio del Domingo

Queridos Amigos y amigas: les comparto una bella reflexión de un amigo Dominico Fr. Miguel Angel Ríos (Biblista) a partir de la lectura viva del Evangelio de este domingo: Mc 5,21-43.



¿QUIÉN ME TOCÓ?
Cuando se trata de aparecer ante otras personas, sobre todo si es por primera vez, la tendencia es la de dar una imagen óptima, que despierte admiración en los demás: exitoso, buena salud, buena situación laboral y económica. Nada malo hay en esto, a condición de no falsear la realidad de los problemas y sufrimientos que todos llevamos dentro, ocultándolos tras una máscara de superficialidad. Sólo reconociendo nuestros dolores y sufrimientos, podemos percatarnos de lo importante que es saber pedir ayuda y aceptarla en el momento oportuno, cuando no podemos salir de un problema por nuestros propios medios. En el caso de Jesús, en su época, algunas personas lo buscaron motivados por la gran popularidad que él alcanzó entre la gente. Otros lo buscaron por razones más profundas. El evangelio de hoy (Mc.5,21-43), nos presenta a Jesús apretujado en medio de una multitud que quiere verlo, oírlo y tocarlo, porque es el personaje “top” del momento. El Señor percibe este motivo superficial; pero también capta en medio de esa aglomeración, la motivación profunda de dos personas: Jairo, un papá que tiene su hija agonizando, al punto que morirá antes que llegue a sanarla, y una mujer enferma de una hemorragia que la relega al margen de la sociedad de su época. Estas dos personas, acuden a Jesús no por querer tocarlo físicamente, para decir, ¡me saludó, estuve con él, me miró!, sino para poner en sus manos, la esperanza y la fe de ser sanados de la pobreza, el dolor, la postergación y la muerte, por causa de una enfermedad.
“¿Quién me tocó?” pregunta Jesús al momento de sentir que su fuerza sanadora ha actuado en la mujer enferma que palpó con toda su fe la orla de su manto. “ No tengas miedo, solamente ten fe”, le dice a Jairo, ante el fallecimiento de su hija. “Tocar al Señor” significa vivir la vida con fe, convencidos de que Él nos sana y nos salva cuando acudimos en busca de su ayuda, desde nuestras pobrezas, enfermedades y sufrimientos. “¿Quién me tocó?” es tal vez la pregunta que todos tenemos que hacernos, después de cuestionarnos si nos sentimos interpelados en lo profundo de nuestro corazón por la situación de quienes hoy sufren no solo enfermedades físicas, sino sobre todo las más graves que son las del alma, o si por el contrario nos quedamos en la periferia de la fe, admirando lo “espectacular y bonito” de las sanaciones realizadas por el Señor.
Fr. Miguel Angel Ríos op.

lunes, 22 de junio de 2009

Decálogo para pensar el compromiso de la Iglesia ante la crisis


José Ignacio Calleja

1. En el comienzo está la memoria de la denuncia, "no podéis servir a Dios al dinero", y el recuerdo de que cuando se comparte, "pudieron comer todos hasta quedar satisfechos".

2. Y la memoria se hace interpelación personal con la voz y la presencia de los que no hallan un modo digno de vida para ellos y sus hijos, provocándonos el "no hay derecho", esto "ofende al mismo Dios".

3. Y desde la indignación ética nos vemos reclamados al conocimiento crítico de la realidad, para comprenderla en sus relaciones materiales y morales más determinantes, "porque si un ciego guía a otro ciego…".

4. Y el conocimiento crítico de la realidad nos recuerda que aún hay un mundo más allá del nuestro, donde las pobrezas y la exclusión degeneran, más si cabe, en pecado estructural de inhumanidad que, por acción u omisión, compartimos.

5. Y el sentido crítico nos hace advertir que ninguna relación material de injusticia viene sola, sino que se subsume en el fracaso de unos valores. Introducir esta diferencia, ilumina el análisis; olvidar su relación sustantiva e inseparable, nos avoca a un idealismo moral tan estéril como manipulable.

6. Y en el diálogo de la Palabra, el análisis social y la conciencia moral, surge un compromiso efectivo de la fe de los cristianos y de la Iglesia toda, primero, como exigencia pública de justicia. Es la denuncia de las estructuras y comportamientos sociales que no pueden ser, "porque no se puede dar en caridad lo que se debe en justicia".

7. Y porque la justicia imprescindible no llega, y la correlación de fuerzas que la debería impulsar es tan desigual, y ante la urgencia de tantos y tantos casos de necesidad inaplazable en la crisis, la caridad se vuelca en ayudas particulares, y en proyectos y programas, que alivien a los más necesitados y débiles. Siempre será necesaria la caridad social; lo peculiar de nuestros días es la extensión que adquiere la injusta suplencia de la justicia por la caridad. Por eso es imprescindible el análisis crítico de la realidad, y la denuncia de la injusticia social originaria en cada supuesto de la caridad personal y, sobre todo, eclesial. Pueden darse casos de llamada a la desobediencia civil de "los pobres" ante los injustos efectos de algunas leyes o situaciones.

8. Y porque la caridad tiene su valor religioso y moral propios, la comunidad cristiana se vuelca en sus Cáritas con programas, proyectos y ayudas precisas, que palian las urgencias de los más pobres, implican a sus destinatarios como sujetos y se proponen su inclusión en la vida laboral y social.

9. Y la Comunidad se vuelca en sus Cáritas, (¡también es exigente con ellas, como obra propia y de todos que son!), desde los Presupuestos de Roma, de las Diócesis y de las comunidades cristianas particulares, desde todas las organizaciones de la Iglesia y desde los cristianos particulares, encomendando la coordinación del conjunto de las iniciativas a Cáritas, como servicio de todos a los más pobres, dentro y fuera de la comunidad. Esto no significa que no pueda haber otras iniciativas en la Iglesia o que no puedan coordinarse con el movimiento civil laico en lucha por la una sociedad más justa. Los pobres llegan al centro de la Iglesia y la reconfiguran en todas las manifestaciones de su misión y organización; éste es el sueño y la intención.

10. Y la acción caritativa, que es moral y espiritual, personal y asociada, de cada uno y de la Iglesia toda, y que es ayuda, programa y proyecto, y que es denuncia, siempre, y acción, y que es donativo y promoción de personas y contextos, es, a la vez, educación y evangelización de las conciencias; en el compartir hoy y ya, "porque si se comparte, llega y sobra". Y en la sobriedad de otro modo de vida, porque para sobrevivir todos, hay que vivir de otro modo, y para que llegue a todos, eso de lo que nos privamos, hay que ponerlo en común: "en caso de extrema necesidad, todos los bienes creados son comunes" y "lo que no es estrictamente necesario para una vida digna, no nos pertenece; es de los pobres".

[Publicado en Eclesalia]

Metodología de la Catequesis Familiar

Estimados Amigos y amigas les hago llegar un documento para aplicar el método catequístico en la Catequesis Familiar.


I.- INICIACION A LA VIDA EUCARISTICA: CATEQUESIS FAMILIAR.

1.- Introducción:
La catequesis para la Iniciación a la vida Eucarística se desarrolla durante dos años. A lo largo de este tiempo, padres, niños y catequistas tienen que lograr algunas metas u objetivos. Ellos han sido ordenados en sintonía con el Año Litúrgico, de manera que la familia que participa de la catequesis, no se sienta ajena a lo que ocurre en el resto de la Iglesia y pueda de esta manera, integrarse y participar más activamente en estas fiestas.

2- Animador de Catequesis de Niños (ACN):
El ACN es una persona mayor de 20 años, confirmado en su fe, que posee condiciones pedagógicas para esta misión, que se ha capacitado doctrinal y metodológicamente y que cuenta con la invitación y respaldo del Párroco o responsable de la Comunidad para desempeñar este rol evangelizador.(Metodología C.F., capítulo 10).

Entre sus responsabilidades destacan:
- Asistir semanalmente a las reuniones del equipo de ACN.
- Animar la reunión semanal de niños.
- Mantenerse en contacto permanente con los GUIAS.
- Participar en algunos de los encuentros de padres durante el año.
- Reforzar en los niños, las enseñanzas entregadas por sus padres.
- Animar los encuentros de niños de manera que éstos sean para ellos una auténtica experiencia cristiana comunitaria.
- Iniciar a los niños en el hábito de la oración espontánea, personal y en grupo.

3.- Objetivos:

Primer Año: Durante el Primer Año los ACN invitan a los niños de sus grupos a vivir un verdadero encuentro personal con Jesús en calidad de amigos suyos, experiencia vivida y celebrada dentro del ciclo litúrgico.
Segundo Año:

4.- METODOLOGIA: Desarrollo De Un Encuentro: (ACN y Niños)

- Acogida: (diez minutos de duración, aproximados). Su finalidad es iniciar el encuentro junto al Señor y en un ambiente de confianza y alegría. Lo primero es el saludo del ACN a los niños. Luego les da a conocer los objetivos del encuentro. Termina la acogida con el momento de la oración inicial.

Primer Momento: MIREMOS LA VIDA.

a) Duración aproximada: 30 minutos.
b) Finalidad: Que los niños dialoguen sobre un aspecto de su vida, a partir de una actividad que les propone el ACN, con el fin de descubrir aspectos positivos y negativos de su propia vida frente al tema del encuentro.


Segundo Momento: DIOS ILUMINA NUESTRA VIDA.

a) Duración aproximada: 40 minutos.
b) Finalidad: La Palabra de Dios ilumina los aspectos positivos y negativos que han descubierto y ante la invitación que Jesús les hace en la Sagrada Escritura a mejorar su vida, ellos renuevan su compromiso de seguirlo.
c) Desarrollo: Se desarrolla una actividad personal, después comparten en equipo y por último se reúnen en plenario. Aquí, el ACN, aprovecha de reforzar las enseñanzas transmitidas por los padres a sus hijos. Concluye este momento cuando el ACN pregunta a los niños el Para Memorizar.

Tercer Momento: RESPONDEMOS AL DIOS DE LA VIDA.

a) Duración aproximada: 15 minutos.
b) Finalidad: Después de escuchar al Señor en su Palabra y descubrir cual es su voluntad, brota espontáneamente el deseo de responderle. De darle gracias por su amor, de alabarlo y también de solicitarle su ayuda para mejorar nuestras vidas.



5.- Celebraciones en Primer Año:

Las celebraciones de padres e hijos, son de máxima importancia dentro del proceso y deben ser preparadas con esmero por Guías y ACN.

a.- Celebración de Adhesión a Jesús.
b.- Celebración Padres e Hijos.
c.- Celebración y entrega del Nuevo Testamento.
d.- Celebración del Padrenuestro.
e.- Celebración de la Reconciliación.

6.-Celebraciones en el Segundo Año:

a.- Jesús nos entrega Pastores.
b.- Fiestas Patrias.
c.- Domingo de Cristo Rey.
d.- María, Nuestra Madre.
Reciban un cordial saludo.

lunes, 15 de junio de 2009

La pedagogía de Jesús.

Realizamos esta reflexión a partir de la lectura y análisis de algunos textos del evangelio

Þ Jesús y la pesca milagrosa (Lc 5,1ss)
Þ Jesús y la Samaritana (Jn 4, 3ss)
Þ Jesús y los discípulos de Emaús (Lc 24,13-35).

Analizando:

1. Jesús parte y se ubica en los problemas humanos:

Þ Pedro no había pescado nada…
Þ La samaritana iba molesta por agua… no se realizaba como mujer…
Þ Los discípulos de Emaús estaban decepcionados religiosa y políticamente con Jesús

2. Jesús se revela como salvador
Þ Con Pedro realiza el milagro de la pesca: es un profeta
Þ Con la Samaritana le ofrece agua viva, se revela como profeta y se declara Mesías: “Ese soy yo, que habla contigo”
Þ Con los discípulos de Emaús es el anunciado por los Profetas como muerto y resucitado.

3. ¿Qué provoca Jesús con todo esto? Cuatro cosas:

a) Despierta la fe en Jesús, como el Salvador:
Þ salva a Pedro de la falta de pesca;
Þ a la Samaritana de la falta de agua y de la mala vida;
Þ a los Discípulos de su tristeza y desilusión

b) Hace descubrir el propio ser de pecador:
Þ Pedro: “Aléjate de mí que soy pecador”
Þ La Samaritana: “No tengo marido”
Þ Los discípulos: “Qué poco entienden, qué les cuesta creer…”

c) Es invitación a la conversión:
Þ Pedro deja las redes;
Þ la Samaritana deja el cántaro;
Þ los discípulos dejan el camino de Emaús, a dónde huían de la comunidad de Jerusalén: huían de la Iglesia.

d) Se inicia una nueva vida:
Þ Pedro sigue a Jesús para ser pescador de hombres
Þ La Samaritana va a anunciar su experiencia de salvación en Jesús
Þ Los discípulos vuelven a Jerusalén con la comunidad para anunciar la resurrección


CRITERIOS METODOLÓGICOS GENERALES

Del análisis que hemos realizado sobre la pedagogía y el método de Jesús, podemos ahora recoger unos criterios para nuestra propia pedagogía y metodología

1.-Hemos descubierto que Jesús, en su evangelización, como primera estrategia metodológica, solía ubicarse en la situación humana. El pozo de la Samaritana es un símbolo de las necesidades cotidianas de las mujeres y los hombres. Este modo metodológico nos estimula también a nosotros a proceder de la misma manera. Será oportuno en nuestras pastorales presentar a Jesús como el salvador de nuestras angustias, de las angustias del mundo moderno: de la angustia de la muerte, de la enfermedad, de la depresión; de la angustia del sin sentido de la vida; de la angustia de la miseria, la pobreza, la falta de seguridad (la violencia, el abuso del poder); de la soledad (por los problemas familiares, por la falta de amor); de los ídolos del dinero, del poder, del placer (el consumismo); de las redes envolventes del pecado. Un buen método sabe partir de las situaciones de las personas, para anunciarles la salvación de Jesús. A veces hay personas que dicen no sentir necesidad de ser salvado, tal vez porque sólo piensan que Jesús salva de lo inmoral.

Nuestros Obispos en las Orientaciones Pastorales 2001-2005 describen así las búsquedas de la gente de nuestro tiempo:

34. “El encuentro (de Jesús con la Samaritana) se produce junto a un pozo que, en cualquier cultura representa el lugar donde la gente va a buscar lo que necesita para vivir. Es el lugar al que hay que acudir una y otra vez para saciar una sed que nunca se apaga definitivamente.

35. Sentados con Jesús, junto al pozo de Jacob, nos preguntamos por los pozos a que acuden nuestros contemporáneos en búsqueda de un agua que también sacie su sed. Puede ser el pozo de la libertad y de la subjetividad, el de la afectividad y de las relaciones humanas, el pozo del trabajo y de la realización personal, el pozo de la ética y del sentido de la vida. El hombre contemporáneo tiene sed de felicidad, de alejar de sí el sufrimiento y la muerte, de experiencias religiosas que satisfagan las necesidades de su espíritu. Los evangelizadores estamos llamados a acercarnos a esos pozos, con la misma actitud de Jesús, para conocerlos y provocar el encuentro amistosos con aquellos que allí acuden para saciar su sed. Y, como Jesús, queremos valorar estas búsquedas humanas y las semillas del Verbo que en ellas se manifiestan”.

La segunda opción metodológica de Jesús es apelar a la Sagrada Escritura que habla de él. No basta asumir los problemas humanos, hacerlos propios sin una visión espiritual de lo humano. En este sentido el Papa Juan Pablo II en CT dice que la pastoral “extraerá siempre su contenido de la fuente viva de la Palabra de Dios” (n° 27). Por tanto la pastoral es ante todo una escuela de escucha de la Palabra: enseñará a cada uno a sentarse a los pies del Maestro, como María (Lc 10,39); enseñará a “abrir el corazón” a la palabra como Lidia (Hch 16,14) y como le sucedió a los discípulos de Emaús, cuando, al escuchar la Palabra de Jesús resucitado, sentían “como les ardía el corazón” (Lc 24,32). Será una enseñanza gradual que lleva a lograr aprender el método de la “lectio divina”.

La presentación del mensaje no debe ser una presentación inofensiva: Jesús proclamaba fuerte: “¡Quien tenga oídos, que oiga!” (Mt 13,9). El anuncio debe impactar siempre más la vida diaria y cotidiana de las personas. No puede ser una simple información de una doctrina, que hay que saber, sino es: “creer”.


La lectura bíblica no se refiere a simples narraciones de algo que pasó, sino se trata de algo que pasa hoy. Se trata de acontecimientos que nos cuestionan, nos desinstalan de nuestro aburguesamiento y comodidad. Es la urgencia del Reino, que está entre nosotros, como algo que acontece; que no es sólo una verdad para saberla; sino que debe dar sabor y sentido a nuestra existencia: el sentido de la vida, que muchos hoy andan buscando y no encuentran. Los cristianos estamos invitados a no ser indiferentes, sino “diferentes”, presentado al mundo una opción diferente.

El método debe ser una invitación a la conversión y a la fe en Jesús, el enviado del Padre. Se trata de impactar no solamente al conocimiento de la fe, sino también a los sentimientos y a la voluntad. La Iglesia, a quien se va a bautizar, no le pregunta si “sabe” que Dios es el Padre creador, si “sabe” sobre Jesucristo, el Espíritu santo, la Iglesia…, sino que le pregunta “si cree”: creer es mucho más que saber.

Amedeo Cencini señala los siguientes pasos metodológicos que constituyen el acto de fe:
1. La fe es un don recibido que suscita gratitud y que significa tarea.
2. La fe es compartida: comunicada y recibida con los hermanos creyentes, en comunidad.
3. La fe es orada y celebrada: por la “Lex orandi” que es “Lex credendi”.
4. La fe es probada y sufrida: puedo tener, de distintas maneras, mis dificultades.
5. La fe va estudiada y comprendida.
6. La fe va vivida, personalizada y traducida en elecciones vitales.
7. La fe es anunciada y testimoniada a todos.

Creer significa poner en acto todas estas operaciones: parecería algo complejo, pero en realidad, una está ligada a la otra en una relación de reciprocidad, de complementariedad e integración[1].

[1] Cf. CENCINI, AMEDEO, Llamó a sí a los que quiso, Paulinas, Santiago de Chile, 2004.

jueves, 11 de junio de 2009

ANTIGUEDADES







Foto del año 1987 ,
invito a todos a reunir informacion de nuestro santuario , Fotos antiguas , datos , parrocos , etc.puedes enviarla a nuestro correo electronico

ORIGENES DE LA IGLESIA DE METRENCO




Construida adyacente a la Ruta 5 Sur, este es un lugar de peregrinación y rogativas, con motivo de la celebración religiosa de la Virgen del Tránsito. La iglesia del Santuario de Nuestra Señora del Tránsito de Metrenco fue construida por Bernabé Gutknecht (Apellido que significa Buen Siervo) gut: bueno, Knecht : siervo, un padre de la orden capuchina de origen suizo alemán. Carecía de estudios en construcción, pero es indudable que era una disciplina que le gustaba y por la que tenía vocación y habilidad. Su nombre figura también en la construcción de otras iglesias vecinas.
En este caso, el diseño tiene una influencia muy directa de la arquitectura alpina europea. Posee techos con pendientes fuertes, torres en aguja que hacen que esta iglesia luzca mucho más esbelta y de mejores proporciones que sus pares.
Tiene un trabajo de carpintería muy bien logrado en el altar, las naves laterales, el acceso y la torre. En esencia el concepto arquitectónico es similar a las otras iglesias, pero con una elaboración más cercana a las de la región de Los Lagos.
Estos cinco ejemplos hablan de una arquitectura heterogénea tal como lo fue la construcción de la última frontera de los conquistadores: una zona de encuentro en que llegaron las influencias europeas, las del sur y del Chile Central, tradiciones que nutrieron el patrimonio arquitectónico, artístico e histórico de la región.




jueves, 4 de junio de 2009

Catequesis Bautismal.

Estimados amigos y amigas: les comparto información sobre nuestra Catequesis Bautismal. Esto nos podrá ayudar a subrayar nuestras fortalezas y debilidades.
Catequesis III parte

Cfr: Directorio Pastoral Sacramental

A.- Catequesis Bautismal.
1.- Introducción.
La catequesis Bautismal está orientada a fortalecer la fe y adhesión a la Iglesia de Cristo de los padres y padrinos y asegurar así la educación cristiana del niño. Esta debe hacerse con tres o mas encuentros previos a la celebración del Bautismo, con temas sobre Jesucristo, su Iglesia, el Bautismo y sus consecuencias.

2.- Catequistas Bautismales.
El Párroco es el responsable último de todos los equipos que funcionan en las CEB de su parroquia. Este equipo lo constituirá normalmente un sacerdote o un diácono, en su defecto una religiosa, un ministro laico o mejor un matrimonio, convenientemente preparado. El Instituto Teológico Pastoral se encargará de la formación de estos laicos y religiosos.

3.- Seguimiento pastoral a las parejas que bautizan a sus hijos:
Las parroquias deben ofrecer diversas instancias a las familias para continuar su formación cristiana.
Los catequistas podrían visitar a las parejas que han hecho su catequesis, ayudándolas a continuar su inserción en la vida de la comunidad eclesial.

4.- Objetivo de esta catequesis.
- “Que los padres y padrinos fortalezcan su fe y adhesión a Jesús y se comprometan en la educación cristiana del niño”.

5.- Metodología de la Catequesis Bautismal:
Esta catequesis ha de ser una evangelización adecuada, sencilla y posible a padres de familia que pertenecen, en su mayoría, a la gran masa cristiana que ha sido poco catequizada. Por esta misma razón antes de realizar su labor, el catequista debe preguntarse sobre la situación de fe de los padres, su grado de escolaridad para adaptar el lenguaje expresiones y metodología y tener claridad que está entregando una catequesis y no solamente una charla.

De acuerdo a las Orientaciones para la Catequesis en Chile (125), los encuentros catequísticos deben ser un proceso donde se vivencian cuatro momentos:
- El momento de la experiencia: partir de la vida. (VER)
- El momento del anuncio: la experiencia humana se ilumina con la Palabra de Dios. (JUZGAR).
- El momento de la respuesta: es la dimensión celebrativa y litúrgica de la catequesis. (CELEBRAR).
- El momento del compromiso: es la dimensión testimonial de la catequesis. (ACTUAR).

lunes, 1 de junio de 2009

Pentecostés.

Palabras del Papa Benedicto XVI: «Que el Espíritu Santo descienda en abundancia sobre la Iglesia de nuestro tiempo»
Oración del «Regina Caeli» en el domingo de Pentecostés.


CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 27 mayo 2007 (ZENIT.org).- Publicamos las palabras que pronunció Benedicto XVI este domingo de Pentecostés al rezar a mediodía la oración mariana del «Regina Caeli» junto a varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano.

* * *Queridos hermanos y hermanas:Celebramos hoy la gran fiesta de Pentecostés, en la que la liturgia nos hace revivir el nacimiento de la Iglesia, según la narración de san Lucas en el libro de los Hechos de los Apóstoles (2,1-13). Cincuenta días después de Pascua, el Espíritu Santo descendió sobre la comunidad de los discípulos que «perseveraban en la oración, con un mismo espíritu» reunidos junto a «María, la madre de Jesús» y con los doce apóstoles (Cf. Hechos 1,14; 2,1). Podemos decir, por tanto, que la Iglesia tuvo su inicio solemne con la venida del Espíritu Santo. En este extraordinario acontecimiento, podemos ver las características esenciales de la Iglesia: la Iglesia es una, como la comunidad de Pentecostés, que estaba unida en la oración con «un solo corazón y una sola alma» (Hechos 4,32). La Iglesia es santa, no por sus méritos, sino porque, animada por el Espíritu Santo, tiene fija la mirada en Cristo, para vivir conforme a Él y a su amor. La Iglesia es católica, porque el Evangelio está destinado a todos los pueblos y por este motivo, ya desde el inicio, el Espíritu Santo hace que hable todos los idiomas.La Iglesia es apostólica, pues --edificada en el cimiento de los apóstoles-- custodia fielmente su enseñanza a través de la cadena interrumpida de la sucesión apostólica.Además, la Iglesia, por su misma naturaleza, es misionera, y desde el día de Pentecostés el Espíritu Santo no deja de incitarla a echarse a los caminos del mundo, hasta los últimos confines de la tierra y hasta el final de los tiempos.Esta realidad que podemos constatar en toda época está, por así decir, anticipada en el libro de los Hechos de los Apóstoles, donde se describe la entrega del Evangelio de los judíos a los paganos, de Jerusalén a Roma. Roma hace referencia al mundo de los paganos y, de este modo, a todos los pueblos que están fuera del antiguo pueblo de Dios.En efecto, los Hechos de los Apóstoles concluyen con la llegada del Evangelio a Roma. Se puede decir entonces que Roma es el nombre concreto del carácter católico y misionero, expresa la fidelidad a los orígenes, a la Iglesia de todos los tiempos, a una Iglesia que habla todos los idiomas y que sale al encuentro de todas las culturas.Queridos hermanos y hermanas: el primer Pentecostés tuvo lugar cuando María Santísima estaba presente en medio de los discípulos en el Cenáculo de Jerusalén en oración. También hoy nos encomendamos a su intercesión maternal para que el Espíritu Santo descienda en abundancia sobre la Iglesia de nuestro tiempo, llene los corazones de todos los fieles y encienda en ellos --en nosotros-- el fuego de su amor.[Traducción del original italiano realizada por Zenit. Tras rezar el «Regina Caeli» el Papa saludó en varios idiomas a los peregrinos. En español, dijo:] Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular al grupo de las parroquias de Santa María del Rosario y San Juan Bautista, de Venezuela. En este día de Pentecostés, pidamos a María que nos enseñe a abrir el corazón al Espíritu Santo, para que guíe nuestra fe y nos santifique con sus dones. ¡Muchas gracias!

MUSICA DE FONDO