¿QUÉ DEBEMOS HACER?.
¿Qué debemos hacer?... A menudo nos hacemos esta pregunta en medio de las diversas coyunturas de la vida. A veces nosotros mismos nos damos la respuesta, pero en circunstancias complejas, solemos pedir ayuda a alguien de confianza. ¿Qué debemos hacer?, es una pregunta asociada a la dimensión práctica e inmediata de nuestro vivir, que a veces nos deja funcionando en el superficial nivel del activismo. El evangelio de hoy (Lc.3, 10-18) nos llama a descubrir que también cabe hacerse esta pregunta en un nivel más profundo. Para Juan Bautista se trata de descubrir como actuar en el diario vivir en relación con nuestros criterios, valores y opciones.
¿Qué debemos hacer?, fue la pregunta que le hicieron al Bautista una buena cantidad de gente en su época, entre ellos algunos soldados y otros funcionarios con fama de pecadores entre los judíos, como por ejemplo los cobradores de impuestos. Para todos ellos la respuesta del bautista fue clara y sencilla, llamándoles a anunciar la Buena Nueva, no sin antes vivir la solidaridad, la justicia, y la verdad. Esto exige, más allá de saber qué hacer, tener claro previamente, desde qué valores y opciones nos movemos para hacer lo que hacemos. La conversión a la que Juan Bautista llamó en su tiempo, implicaba más que un cambio de actividad, un cambio de mentalidad para realizar el trabajo que cada uno realizaba. Por eso no les dijo a los cobradores de impuestos que dejaran de cobrar impuestos, sino que no cobraran más de lo debido; y a los soldados de su época, no les dijo que dejaran de ser soldados, sino que no abusaran de la gente, que no hicieran denuncias falsas y que se contentaran con su sueldo.
¿Y nosotros hoy día, qué debemos hacer para prepararnos a celebrar la navidad como un verdadero renacer de Cristo en medio de nosotros?. Sin duda que hoy Juan Bautista nos diría, no compres más de lo necesario, conténtate con celebrar en forma sencilla, no fuerces tu solvencia económica endeudándote más allá de lo prudente, dale importancia al hecho de compartir, prioriza el estar con tu familia y compartir con los más pobres. Y en el contexto de los comicios electorales de hoy en nuestro país, nos llamaría a elegir gobernantes justos y honestos, que cultiven la paz y la justicia, de modo que el amor, el respeto y el cuidado de la vida sean la verdadera preparación para acoger al Mesías, nuestro Salvador. Naturalmente, esto requiere un cambio de mentalidad y actitud de corazón, motivado por recibir la sencilla presencia del Señor, aquel a quien ninguno de nosotros es digno de “desatarle la correa de sus sandalias”.
Fr. Miguel Angel Ríos op.
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