Algo para pensar y orar en esta semana
El ayuno ha cambiado, porque el alimento ha cambiado. En el mundo occidental ya muy pocos mueren de hambre, aunque muchos sufren de desnutrición - a través de comer demasiada grasa, azúcar o sal. El alimento ha cambiado de significado, de ser algo esencial para sobrevivir, a ser una fuente de placer, tentación y discusión entre los niños y sus padres. En nuestra cultura, el peso de los hábitos de comer ya son un tema muy sensible, al que hay que entrar con cuidado. Pero, para cada uno de nosotras y nosotros, la Cuaresma nos ofrece la energía y la oportunidad a cambiar nuestros hábitos hacia un uso alegre del alimento y la bebida. Al tratar de cambiarlos, podremos descubrir cuán libres o cuán encadenados estamos.
Fuente: "Espacio Sagrado" en: http://sacredspace.ie/es/
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